Ubicado en la vertiente occidental de los Andes peruanos, el Valle Sagrado de los Incas reúne algunos de los paisajes y expresiones culturales más valiosas del mundo andino. Entre sus joyas patrimoniales destacan las salineras de Maras, un conjunto de miles de pozas de sal alimentadas por un manantial subterráneo que se explotan de forma artesanal desde tiempos preincaicos. Este enclave, además de su interés geológico y estético, sigue siendo un testimonio vivo de técnicas ancestrales transmitidas durante generaciones.
La actividad salinera mantiene su carácter comunal, y su conservación ha despertado el interés de iniciativas que promueven un turismo más consciente y vinculado al territorio. Una de ellas es Cocatambo, un hotel situado en Ollantaytambo, que combina alojamiento de calidad con experiencias sostenibles. Este establecimiento ha integrado las salineras de Maras dentro de sus recorridos culturales, como parte de su apuesta por un modelo turístico respetuoso con el entorno natural y la identidad local.
Conexión con el entorno y la identidad andina
Los visitantes que se alojan en Cocatambo tienen la oportunidad de participar en actividades que conectan con el modo de vida tradicional del Valle Sagrado. Las visitas a las salineras de Maras no se limitan a una observación pasiva, sino que están concebidas como una experiencia educativa, en la que se explican los orígenes del enclave, el funcionamiento de las pozas y la organización comunal que las gestiona desde hace siglos.
Este enfoque permite no solo apreciar el valor histórico del lugar, sino también comprender su dimensión cultural y económica actual. La integración de guías locales y actores de la comunidad garantiza una narración fiel y un beneficio directo para quienes conservan este patrimonio.
Turismo sostenible como motor de desarrollo local
La propuesta de Cocatambo se basa en un modelo que prioriza la sostenibilidad ambiental y social. Entre sus prácticas destacan el uso de productos orgánicos, la reducción de residuos no biodegradables y la colaboración con pequeños productores y artesanos de la zona. El alojamiento busca así equilibrar confort y conciencia ecológica, evitando la masificación turística y fomentando una estancia alineada con los valores del territorio.
En un escenario donde el equilibrio entre conservación y actividad económica resulta fundamental, las salineras de Maras simbolizan una vía de desarrollo que respeta el legado ancestral y promueve un futuro sostenible para el Valle Sagrado.